Memorias patagónicas: adiós, Buenos Aires

8 de la tarde. Subimos al autobús. Percibo que todos sentimos una especie de alivio ante la idea de dejar Buenos Aires. El autobús va repleto de estudiantes. Allí es verano y el final de curso está próximo. Cada uno se apea donde puede. Con las mochilas es difícil estabilizarse. F empuja a un hombre alopécico.…

Canadá

Año nuevo. Ya ha pasado el viaje patagónico, ya han pasado las fiestas. Es hora de ponerse las pilas. Me da miedo pesarme. De los 6 kilos que perdí, temo haber recuperado 3. En cuanto se me pase el resfriado retomo las salidas a correr (JA). Me centro en buscar trabajo. Aún me queda paro…

El ladrón de sofás

Amanecemos en un hostal a las afueras de Cambrils. La tarde anterior, condujimos quinientos kilómetros bajo un sol del demonio. Nuestra resaca era digna de glorificar los evangelios apócrifos tras la boda de un amigo. Cuando abro los ojos, Luis duerme y una lancha surca el Mediterráneo de un lado a otro de la ventana.…

Tierra

Un día vendrá la radiación, correrás mucho, hijo mío. Y la radiación llegó, pero quizás, tú eso ya lo sepas. Aquella tierra donde un sol rajara los melones y tus manos esbozaban el tomate, ahora una extensión de cardos y zarzales. Allí, en esa linde, donde pasea el alacrán entre el cañizo, yo te vi…

Camping

A pesar de su alopecia, el recepcionista rumia con gracia lo que, suponemos, es un caramelito Halls. La recepción es un cubículo blanco de madera. En las paredes cuelgan cuadros marítimos donde pescadores se afanan con las redes. También hay un tapete con un tigre de Bengala en el centro y una varilla de incienso…

Pompas de Jabón

Nunca perseguí la gloria ni dejar en la memoria de los hombres mi canción; yo amo los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles como pompas de jabón. Antonio Machado Al final el viernes me lié. Lo descubrí cuando tuve que guiñar un ojo para poner la alarma. Son las 4, digo, a las 8 me despierto…

Atardecer en Holbox

Me despierto temprano. Llego al balcón a tientas. Son las siete de la mañana  y el sol arrecia con fuerza en Playa del Carmen. A mis pies hay restos de cerveza. Sobre la mesa un paquete de delicados. Saco el último cigarrillo. Fumo en silencio mientras observo a la máquina municipal limpiando la calle empedrada.…

La chica del gánster

Llegan tarde, borrachos al hotel. En el hall, ella se detiene, pasa los brazos por su cuello, dice: ¿Has soñado alguna vez con la lluvia en el sombrero de payaso? Yo siempre lo hago y desde niña, quise meter la mano y cazar al sapo. Un día lo cazaré, me decía, un día, y ese…